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VENTAJAS DE LAS FACHADAS FLOTANTES EN LA CONSTRUCCIÓN Las fachadas flotantes o muros cortinas, son estructuras en retícula extendida prefabricadas, caracterizadas por su peso ligero y la fácil adaptabilidad de instalación a las estructuras del edificio. El concepto que maneja Azeros y Acabados Arquitectónicos para este tipo de edificación, es crear una amplia conexión visual entre el interior y exterior; en sus comienzos, estas estructuras eran utilizadas más en los edificios tipo rascacielos urbanos, con el tiempo se convirtió en barreras sólidas y firmes en edificaciones comunes; capaz de no dejar pasar agentes atmosféricos, pero al mismo tiempo flexible, ligero y rápido; convirtiéndose así, en un sistema técnico y eficaz en el proceso constructivo. Entre otras ventajas, estas fachadas flotantes, por ser una estructura independiente a la del edificio, permite el movimiento libre de ambas estructuras, evitando así, el pronto deterioro y permitiendo elongar la vida útil de la obra. Hablándose en temas más técnicos, ya que su material de elaboración es de vidrio y acero inoxidable, minimiza considerablemente la carga muerta del edificio, evitando así, el pronto desgaste de esta. En cuanto a espacio, también reduce considerablemente el área de acabados interiores y exteriores, lo que significa menos mano de obra y menos tiempo de instalación, en comparación al sistema convencional; todo esto, sin contar que el sistema de fachada flotante no requiere de altos gastos para su mantenimiento, como suele serlo con una edificación tradicional. El diseño de las fachadas flotantes se adecua a la arquitectura del lugar, al estar elaboradas en acero inoxidable es mayor su duración y fortaleza a diversos cambios climáticos a los que puede estar expuesta. Cuando las fachadas son de vidrio, permite la entrada de la luz natural, adaptándose con elegancia al entorno exterior e interior del edificio contribuyendo a un diseño limpio, simbolismo de frescura. Aísla las temperaturas altas y bajas manteniendo un balance que brinda comodidad a las personas que se encuentran en el sitio. Las distingue la gran imponencia que le aportan a las edificaciones arquitectónicas, sin olvidar el aspecto de seguridad y peso reducido que poseen. Además son de fácil instalación en comparación con las tradicionales. La fachada ligera (flotante) o mejor conocida como muro cortina ubicados en la parte delantera del edificio dando la percepción visible de amplitud; ayuda a la evacuación del agua lluvia, es potente contra la fuerza de los vientos, así como a movimientos sísmicos, son resistentes a roedores, insectos y hongos que quieran deteriorarla. Los materiales que se utilizan en la creación de las fachadas flotantes son de la más alta calidad garantizada reduciendo el peso adicional del edificio para que perdure la construcción de ambas partes minimizando el tiempo aproximado de deterioro, ofreciéndole al cliente el mejor producto que satisfaga su necesidad y este acorde al diseño arquitectónico de la estructura a la cual se le adjuntara la fachada flotante.
Las fachadas flotantes o muros cortinas, son estructuras en retícula extendida prefabricadas, caracterizadas por su peso ligero y la fácil adaptabilidad de instalación a las estructuras del edificio.
El concepto que maneja Azeros y Acabados Arquitectónicos para este tipo de edificación, es crear una amplia conexión visual entre el interior y exterior; en sus comienzos, estas estructuras eran utilizadas más en los edificios tipo rascacielos urbanos, con el tiempo se convirtió en barreras sólidas y firmes en edificaciones comunes; capaz de no dejar pasar agentes atmosféricos, pero al mismo tiempo flexible, ligero y rápido; convirtiéndose así, en un sistema técnico y eficaz en el proceso constructivo.
Entre otras ventajas, estas fachadas flotantes, por ser una estructura independiente a la del edificio, permite el movimiento libre de ambas estructuras, evitando así, el pronto deterioro y permitiendo elongar la vida útil de la obra.
Hablándose en temas más técnicos, ya que su material de elaboración es de vidrio y acero inoxidable, minimiza considerablemente la carga muerta del edificio, evitando así, el pronto desgaste de esta. En cuanto a espacio, también reduce considerablemente el área de acabados interiores y exteriores, lo que significa menos mano de obra y menos tiempo de instalación, en comparación al sistema convencional; todo esto, sin contar que el sistema de fachada flotante no requiere de altos gastos para su mantenimiento, como suele serlo con una edificación tradicional.
El diseño de las fachadas flotantes se adecua a la arquitectura del lugar, al estar elaboradas en acero inoxidable es mayor su duración y fortaleza a diversos cambios climáticos a los que puede estar expuesta. Cuando las fachadas son de vidrio, permite la entrada de la luz natural, adaptándose con elegancia al entorno exterior e interior del edificio contribuyendo a un diseño limpio, simbolismo de frescura. Aísla las temperaturas altas y bajas manteniendo un balance que brinda comodidad a las personas que se encuentran en el sitio.
Las distingue la gran imponencia que le aportan a las edificaciones arquitectónicas, sin olvidar el aspecto de seguridad y peso reducido que poseen. Además son de fácil instalación en comparación con las tradicionales.
La fachada ligera (flotante) o mejor conocida como muro cortina ubicados en la parte delantera del edificio dando la percepción visible de amplitud; ayuda a la evacuación del agua lluvia, es potente contra la fuerza de los vientos, así como a movimientos sísmicos, son resistentes a roedores, insectos y hongos que quieran deteriorarla.
Los materiales que se utilizan en la creación de las fachadas flotantes son de la más alta calidad garantizada reduciendo el peso adicional del edificio para que perdure la construcción de ambas partes minimizando el tiempo aproximado de deterioro, ofreciéndole al cliente el mejor producto que satisfaga su necesidad y este acorde al diseño arquitectónico de la estructura a la cual se le adjuntara la fachada flotante.